Andrés Ortiz Moyano (Sevilla, 1984) es periodista y escritor. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, está especializado en periodismo de investigación, estudio de la propaganda, nuevas tecnologías y terrorismo yihadista. Colabora con diferentes medios de comunicación españoles e internacionales y fue corresponsal colaborador desde Londres para La Vanguardia y Levante-EMV.
En 2015 publicó el libro «#YIHAD. Cómo el Estado Islámico ha conquistado Internet y los medios de comunicación» (Editorial UOC), trabajo para el que se infiltró en las redes sociales de captación y adoctrinamiento del Estado Islámico. También es autor del ensayo sobre ciencia ficción y el videojuego «Yo, Shepard. El universo de Mass Effect» (Héroes de Papel), y de la novela de fantasía «Adalides del Este: Creación». Desde hace 7 años es Director General de «AOM Comunicación y Marketing Digital».
Andrés ha tenido la amabilidad de concederme esta entrevista que ahora tengo el gusto de compartir con vosotros.
1. ¿De pequeño querrías ser futbolista, maestro, o policía como todo el mundo, no?
Por supuesto, futbolista. Incluso no descarto todavía que Luis Enrique me convoque para el Mundial ahora que llama a cualquiera.
2. Eres Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. ¿Cómo recuerdas aquella época?
Académicamente fue muy decepcionante; creo que, de haberlo sabido, hubiese estudiado otra carrera de letras y la hubiese complementado con algún máster, como es el modelo anglosajón.
Mucho mejor fue el aspecto personal. Por un lado, realicé muchísimas prácticas en medios de comunicación y gabinetes, y confirmé que la profesión sí me gustaba. Y en paralelo, como no estudiaba, fue también una época de auténtico florecimiento cultural: iba bastante más al teatro o a librerías que a clase.
3. Colaboras habitualmente en medios de comunicación españoles e internacionales. ¿Sobre qué temas podemos leerte? ¿Qué opinas del intrusismo en tu profesión? (te lo pregunta un Informático que hace entrevistas).
Mi especialización es en yihadismo, pero decidí desintoxicarme hace algunos años y ahora escribo sobre conflictos internacionales. También sobre ciencia ficción, pero menos.
Respecto al intrusismo, suelo ser objeto de las iras de mis colegas, pues creo que, por más que nos empeñemos, el periodismo no es una ciencia. La base de un buen periodista es el humanismo y la ética profesional; en una profesión tan íntimamente ligada al desarrollo tecnológico no tiene sentido enrocarse en un título universitario. Mi generación, que no somos tan viejos, no vio nada de periodismo digital y nos examinaron con cámaras de cintas analógicas, por ejemplo. El método periodístico es la base, pero no creo que hagan falta 4 o 5 años de carrera para aprenderlo.
Así que, por lo que a mí respecta, son bienvenidos todos los informáticos entrevistadores que lo hagan bien.
4. Me llama especialmente la atención tu especialización en terrorismo yihadista. ¿Qué te lleva a adentrarte en un tema particularmente espinoso?
El rollo aquel que contaba Steve Jobs en Stanford sobre los puntos que se conectan, al final resulta que es verdad. A mí siempre me han gustado la historia, la política, la religión y la geografía; eso me llevó a querer ser corresponsal o incluso diplomático. Fui especializándome poco a poco y gracias a un máster que hice en Londres acabé centrado en conflictos internacionales basados en la religión. Básicamente, me fascina, en el sentido de inquietud, la idea de que alguien pueda matar a otro alguien que no conoce de nada, aunque sea un niño, porque cree que está defendiendo a su dios. En esta barbaridad, las estrellas son los yihadistas, así que empecé a estudiarlos cada vez más de cerca. Entonces llegó 2014 y el Estado Islámico apareció. Me llamó mucho la atención la propaganda, de extraordinaria factura, que emitían… y como, dicen los clásicos, el resto es historia.
5. Entre otras publicaciones, en 2015 se publica tu libro «#YIHAD. Cómo el Estado Islámico ha conquistado internet y los medios de comunicación». Para documentarte, te infiltras en las redes sociales de captación y adoctrinamiento del Estado Islámico. ¿Me cuentas la experiencia? ¿Nunca tuviste miedo de que supiesen quién estaba realmente detrás de la persona que creaste para la ocasión?
Fue una montaña rusa, una de las experiencias más intensas de mi vida. El proceso de documentación, redacción y lanzamiento del libro fue agotador pero muy gratificante. En ese momento todo el planeta hablaba de Daesh y en España apenas había bibliografía. Aunque también te confieso que no lo echo de menos, el ritmo era inasumible si quería hacer otras cosas.
En cuanto a la segunda pregunta, es una muy habitual, pero lo cierto es que nunca me ha preocupado mucho. Nunca me han amenazado ni nada.
6. Además de todo lo anterior, eres un trotamundos empedernido. Has viajado por los cinco continentes y en tu cuenta de Instagram (@andresortmoy) das muestras de ello. ¿Qué experimentas al viajar? ¿Me cuentas alguna anécdota de tus viajes? ¿Qué países aún no has visitados y están en tu lista?
Quizás esta sea la pregunta más difícil de contestar pero voy a ser muy claro: necesito viajar para vivir. Es así de melodramático pero también de cierto. Para mí es como decía Stevenson, que no es cuestión de llegar a los sitios, sino de moverse, del viaje en sí. Estoy orgulloso de muchas cosas que he hecho, pero de haber estado ya en los 5 continentes es una de las que más. En ocasiones para visitar monumentos, en otras para recorrer rutas de senderismo. Mis padres han viajado muchísimo, y mi abuelo era también un viajero empedernido en una época en la que no había tarifas low cost ni demasiados puentes aéreos; supongo que por ahí me viene algo.
Tengo un documento excel con viajes que me quedan por hacer, clasificados por estimación de fecha, compañía (quiero empezar a viajar con mis hijas que aún son pequeñas), o tipo de viaje (cultural o de naturaleza). Si vamos al detalle, tengo en rojo marcados Israel, Irán, Botswana y Camboya.
En cuanto a anécdotas, la lista sería interminable. Desde haberme comido un roedor en Costa de Marfil creyendo que era pollo hasta tener un accidente de coche en mitad de la nada en la India, pasando por quedarme literalmente tirado en las calles de Kioto sin dinero o vivir in situ el atentado del aeropuerto de Bruselas. Y no sé si es una anécdota pero una vez estuve con un sacerdote español en Tánger, se dedicaba a recoger de la calle a enfermos mentales y los atendía en un piso cochambroso; ha sido una de las experiencias más impactantes de mi vida, pero creo que conocí a un verdadero santo.
7. Viajar a tantos lugares diferentes, con culturas también diferentes, te habrá permitido conocer a seres humanos que entienden la vida de formas diferentes, ¿Encuentras un denominador común entre las distintas personas del planeta?
El único denominador común que me he encontrado en un mundo tan distinto, complejo e incomprensible son los niños. Todos los niños son iguales: se ríen de las mismas cosas, se divierten de la misma manera, todos quieren lo mismo, todos son igual de maravilosos.
8. Pienso que viajar es, en cierto modo, salir de nuestra zona de confort. ¿Qué opinas? ¿No sería más cómodo (y más barato) quedarse en el sofá?
Los seres humanos nos dividimos entre sedentarios y exploradores, por así decirlo. Creo que es igual de natural una cosa que otra, pero me cuesta creer, siendo del segundo grupo, que la experiencia vital de una persona sea igual de intensa quedándote en casa que saliendo a ver qué hay por ahí.
9. También eres director de la agencia AOM, especializada en comunicación y marketing digital. ¿Qué servicios ofrecéis en tu agencia? Cada vez oímos más hablar de posicionamiento, visibilidad, estrategias, SEO, SEM… ¿Cuáles son las áreas profesionales implicadas en una buena campaña de marketing online? ¿Cualquier empresa haciéndose su propia web y subiendo algunas fotos a Instagram puede conseguirlo?
Hace poco cumplimos siete años y hemos podido colocarnos como una agencia distinta a las demás. Las razones son básicamente dos: por un lado, el equipo humano que tenemos es extraordinario; y, por otro, como decía antes, nos centramos en la esencia de las organizaciones con las que trabajamos. El objetivo es ayudarles a encontrar una voz coherente y facilitarles una estructura en comunicación y marketing con la que posicionarse en su sector de actividad. No sólo es tener una web (que también), redes sociales (que también), o un bonito logo (que también), sino desarrollar una filosofía propia de valores, objetivos y acciones. Tenemos clientes desde hace muchísimo tiempo, algo poco frecuente en este trabajo, con los que hay muchísima confianza, y eso se consigue en base a trabajo, profesionalidad y esfuerzo, trascendiendo el ser un mero proveedor para convertirte en un partner fiable y útil para esa organización.
10. ¿Qué pregunta te hubiese gustado responder? ¿me la respondes?
Algo sobre actualidad. Por ejemplo, me preocupa bastante, desde el punto de vista social, los movimientos woke. Acabo de terminar la serie de La rueda del tiempo, que está basada en unas novelas de una profundidad muy honda. El producto que han querido hacer es un esperpento sin pies ni cabeza pero, eso sí, muy respetuoso con todos, todas, todes y todxs. Un pelmazo, vaya, cuando podrían haberse leído y comprendido los libros y apostado por una historia inolvidable.
Toda esta revisión es un retroceso intelectual espantoso disfrazado de buenas intenciones y supuesta justicia. Intentar reescribir nuestro arte y sus manifestaciones por puro rencor es de un enanismo mental tremendo. Además, los adalides de estos movimientos suele ser gente bastante sospecha de la que empiezo a preguntarme si en realidad no son unos listos que se han inventado un nuevo negocio y viven de ello (sin ir más lejos una de las instigadoras del aberrante Black Lives Matter se agenció un casoplón hace poco). Se creen que son los más transgresores cuando en realidad no pasan por inquisidores de medio pelo. El problema es que muchos, por miedo o por afán lucrativo, se suben al carro. Y todo desde la comodidad de echar veneno por redes sociales. Si quieres cambiar las cosas, que hay muchas que mejorar, sé coherente, sé valiente, crea tus propias historias, échale una mano a quien realmente lo necesita que aquí está ya todo inventado. La vida de Brian o The Rocky Horror han hecho muchísimo más por la crítica a las religiones o los derechos de los trans que muchas mamarrachadas actuales.
MUY PERSONAL
– Nombre completo: Andrés Ortiz Moyano
– Lugar de nacimiento: Sevilla
– Fecha de nacimiento: 2 de mayo de 1984
– Una ciudad: de momento Tokio; no es la más bonita, pero es la única ciudad en donde me he sentido en otro planeta
– Un libro: muchos, pero el que más veces he leído es Miguel Strogoff
– Una canción: muchas, pero he dado instrucciones estrictas para que en mi funeral suene Free bird, de Lynyrd Skynyrd.
– Una película: muchas, pero creo que me define bastante El hombre que pudo reinar, de John Huston.
– Un actor o actriz: últimamente me gusta bastante Tom Hardy
– Rasgo principal de mi carácter: me creo capaz de hacer cualquier cosa.
– Mi principal defecto: me creo capaz de hacer cualquier cosa (bis).
– En mi tiempo libre me gusta: hacer rutas de senderismo.
– Mi sueño dorado: participar en una expedición arqueológica, aunque no pueda aportar absolutamente nada.
– Mi escritor favorito: muchos. En español Juan Eslava Galán y Miguel Delibes; de la literatura universal, Dostoievski, Asimov, Dan Simmons, Huxley, Kipling, Ursula K. Le Guin…
– Mi músico/cantante favorito: Elvis por encima de todo
– Mi deporte favorito: fútbol
– Mi comida preferida: muchas, pero podría comer todos los días salchichas alemanas.