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24/11/2019María José Álvarez (Barres/Castropol. Asturias, 1969) es escritora y docente. Con una creatividad innata asegura que cuando era pequeña estaba convencida de que tenía poderes. Un buen expediente académico y alguna que otra casualidad le llevan de su Asturias natal a la Universidad Laboral de Huesca, provincia donde actualmente reside.
Tras varias décadas regentando su propio negocio, cambia de aires profesionales y comienza a dar clases de inglés, aún cuando tiempo atrás aseguraba que prefería ser minera a docente. Las musas vinieron a visitarla y encontraron un derroche de sensibilidad, de la creatividad innata a la que hacía referencia al principio.
A finales de 2018 publica su primer libro de poemas bajo el título «Retazos de la nada» que asegura que «está hecho de momentos vacíos que se llenaban de poesía».
Hace unos días tuvo la cortesía de concederme esta entrevista que ahora comparto con vosotros. Gracias.
1. En la atualidad eres escritora y profesora, has sido empresaria. Y cuando eras más pequeña, ¿Qué querías ser de mayor?
Debía tener unos cuatro años cuando me ponía a girar sobre mí misma, soñando con ponerme uno de esos trajes de bailarina con tutús de color rosa que veía en los cuentos. Solía tardar unos minutos en marearme, así que pronto cambié mis aspiraciones. Después quise ser cantante, dibujante, conductora de Mazinger Z y reina. No di ni una…
2. Cuando me concediste esta entrevista te pedí que me contases retazos de tu vida y me conmovió lo referente a tu infancia, tanto vivido y tanto recuerdo. ¿Piensas que nuestra infancia define a nuesto yo adulto? ¿Compartes con nosotros algunos de esos momentos de tu infancia?
Yo creo firmemente que cada vivencia, cada experiencia, buena o mala, es una pincelada, un golpe de cincel que acaba forjando nuestra personalidad y convirtiéndonos en quienes somos. Y cuando más maleables somos, es precisamente en los primeros años de nuestra vida.
Cuando era niña estaba convencida de que tenía poderes. Mi padre era capataz de un astillero en un pueblecito cercano al mío. Yo no sabía qué hacía exactamente un capataz, pero a mí me sonaba como rey, jefe… alguien poderoso. Él mismo construyó la casa en la que vivíamos, y con el tejado aún sin terminar, sujetaba el paraguas sobre la cama de mi madre mientras mi hermano nacía. Tenía un taller chiquitín donde pasaba las horas entre virutas y serrín, haciéndonos reír a mi hermano pequeño y a mí fingiendo que se asustaba cada una de las infinitas veces que salíamos por una puerta del taller y entrábamos por otra para sorprenderle. Mi madre cantaba unas nanas preciosas que hacían cosquillas en los ojos aunque no tuvieras sueño. Daba unos besos mágicos que quitaban el escozor de las rodillas cuando nos caíamos y todos los domingos cocinaba pollo con patatitas chiquitinas que al principio eran blancas y se volvían de color amarillo… Así que no es de extrañar que desde su retrato de boda me siguieran con la mirada hasta cualquier punto de la habitación, que yo pudiera volar desde el columpio que papá nos había construido junto a la casa, que me volviera invisible si me escondía debajo de la sábana aguantando la respiración, o que consiguiera que mi hermano no llorara cuando venía el practicante, diciéndole que su inyección no llevaba aguja.
Cuando mi madre murió, con 43 años, la magia se fue apagando. Mi padre fue perdiendo sus poderes y murió también 4 años después. Me quedé su perfeccionismo, su apego a la soledad, sus olores a masilla, a jabón de afeitar, a tabaco de liar y mechero de mecha naranja… y con eso y mis recuerdos fui retocando mis poderes para adaptarlos a la vida.
3. ¿Cómo llegó una asturiana a Huesca?
Pues un poco por casualidad. Para mí los libros eran un refugio, así que empecé a destacar en el colegio. Mis profesores decidieron pedir una beca para que fuera a estudiar a Cheste, pero no quedaban plazas. Ese año, casualmente, empezaron a admitir chicas en lo que había sido la universidad laboral de Huesca, así que después de solucionar algún contratiempo, acabé en ese punto del atlas que tuve que consultar para ubicarme. Esta asturiana llegó a Huesca en coche, después de más de ochocientos km de curvas, terriblemente mareada.
4. Asturias parece que sea una tierra diferente, casi mágica. No se si en esta particular opinión pueda influir las canciones de Víctor Manuel pero me hablas de «Cielos grises, mares bravos y un horizonte siempre a mano en el que perder la mirada cuando la cabeza o el corazón no daban abasto». Algo de magia parece haber…
Asturias es mágica. Seguramente coincido con Víctor Manuel al respecto, pero mi opinión, o mi forma de sentir esa magia, está enmarcada en días de sol escurridizo, ausente, de nubarrones, de furias de espuma blanca rompiendo contra los acantilados… Para mí era, sigue siendo, un bálsamo, una terapia… esos infinitos tonos de verde, los olores, la lluvia y el mar… exorcizando. Si eso no es magia, ¿qué lo es?
5. Dijiste en el pasado que preferías ser minera a docente. ¿Qué ha pasado para que ahora des clases de inglés o seas monitora en campamentos de inmersión lingüistica?
Yo creo que fue cosa del karma. Por hablar… En realidad la vida me fue empujando hacia esta profesión sin que me diera ni cuenta. El inglés era una de mis grandes pasiones, y lo que yo creía que era un hobby, una habilidad, acabó por ser un pasaporte a otro mundo. Transmitir conocimientos, encontrar la manera de llegar hasta esos recovecos donde se enmarañan las dudas y encender una luz… es una de las experiencias más gratificantes.
6. Como he dicho al principio eres también escritora. ¿Qué te hace empezar a escribir? ¿Quienes son tus referentes literarios? ¿Existen las musas?
Una de mis zonas de confort es el silencio. Eso puede ser un arma de doble filo, porque por muy a gusto que te sientas ahí, las palabras no dichas pueden clavarse en el alma. Encontré una forma de hablar de mis sentimientos con una pluma en la mano. Podía crear personajes que sintieran lo que yo sentía, que dijeran lo que yo callaba… Esos fueron un poco mis orígenes. Luego mis necesidades, mi estilo, mi yo, mi vida evolucionaron, y mi forma de escribir también cambió.
Desde que a los 14 años leí “Otra vuelta de tuerca”, de Henry James, podría decir que me volví adicta a la lectura. Me empapé por aquel entonces de la prosa de José Luis Martín Vigil, de la destreza narrativa de Ken Follet, de José Luis Sampedro, los thriller médicos de Robin Cook, el gran Alberto Vázquez-Figueroa, y tantos otros…
¿Qué si existen las musas? ¡Por supuesto! Las musas están en una sonrisa, en un mechón de pelo, en una tormenta que se desata cuando menos te lo esperas, en un pedazo de pan, en un recuerdo triste, en una nota musical… Pero a veces se vuelven esquivas, caprichosas, y te esconden las palabras para que no las encuentres. Y entonces todo lo que escribes, si te atreves a hacerlo, te parece torpe o inadecuado.
7. Has presentado hace unas semanas «Retazos de la Nada» tu primer libro. ¿Qué se va a encontrar el lector en este libro? ¿La poesía sigue teniendo su público?
Retazos de la Nada es un mundo de versos, sensaciones, un pasadizo que conecta al autor con el lector a través de un lenguaje cuidado y sencillo que impacta contra las emociones porque nace de ellas. Son más de ochenta poesías de temática variada en las que desnudo mis silencios por completo. Es un libro muy especial, vivo, vibrante, adictivo. Es un libro que reconcilia al lector con la poesía, que le quita esa pátina de género exclusivista difícil de interpretar.
Después de varias presentaciones de mi poemario, algo que me ha llamado la atención es que en cada una de ellas he tenido que defender la poesía con uñas y dientes. Mi poesía es…. Mi poesía no es… En general, el concepto que se tiene de este género literario es el de un lenguaje rebuscado en el que muy pocos entienden lo que el autor está intentando transmitir. Me escuece tener que admitir que, aunque considero que efectivamente la poesía tiene su público, este es insignificante en relación con el de otros géneros, como la novela, o incluso el ensayo. Espero aportar mi granito de arena.
8. Tu que trabajas con chavales jóvenes, ¿Crees que las nuevas generaciones leen libros? Pensaba en que el móvil engolosa mucho…
Uff. Me temo que los móviles tienen un atractivo más inmediato que las páginas de un libro. Mi parte bibliófila quiere pensar que aún se sigue leyendo, pero la verdad es que la tecnología lleva las de ganar, y no solo entre la juventud. Es muy fácil sucumbir a sus encantos.
9. Después de este primer libro, ¿Qué proyectos de futuro tienes (literarios o no)?
Estoy escribiendo mi segundo libro, también de poesía, aunque me lo estoy tomando con más calma que el primero. Y tengo en mente algún día recopilar los relatos cortos que he ido escribiendo, varios de ellos premiados, y quizás juntarlos en un libro. En cuanto a mis proyectos no literarios, me gustaría brillar en mi trabajo, viajar a Nueva York, aprender a bailar salsa con cierta dignidad, cogerle el punto a la ternera… vivir, y esas cosas.
10. ¿Qué pregunta te hubiese gustado responder? ¿me la respondes?
En cuanto a tu proyecto, ¿ha visto la luz a través de una editorial o ha sido todo mérito tuyo? De ser así, ¿ha valido la pena?
Lo cierto es que ni siquiera me planteé llevarlo a una editorial. Era tan mío, tan personal… Todo corrió de mi cuenta, aunque tuve la suerte de poder contar con la colaboración de grandes profesionales y amigos, sin los cuales Retazos de la Nada no sería lo que es. Y sí, ha valido la pena. Este proyecto era un sueño. En un principio quería ver mis poemas enmarcados en unas cuantas páginas. Lo que me ha aportado en todos los sentidos supera con creces cualquier expectativa. Realmente no era consciente de que llegaría así a la gente.
MUY PERSONAL
– Nombre completo: María José Álvarez Álvarez
– Lugar de nacimiento: Barres/Castropol. Asturias
– Fecha de nacimiento: 10/11/69
– Una ciudad: Brujas
– Un libro: The Kite Runner, de Khaled Hosseini
– Una canción: Killing me softly
– Un actor o actriz: Morgan Freeman
– Rasgo principal de mi carácter: Soy muy reflexiva
– Mi principal defecto: Indecisión
– En mi tiempo libre me gusta: esconder el reloj
– Mi sueño dorado: Vivir haciendo lo que me gusta
– Mi escritor favorito: Hoy, Carmen Mola
– Mi músico/cantante favorito: Alejandro Sanz
– Mi deporte favorito: Patinaje sobre hielo
– Mi comida preferida: Percebes
3 Comments
Tengo la inmensa suerte de conocer personalmente a María José (Mariajo para los amigos) y he de decir que es una delicia de persona, sensible, tierna, super trabajadora y un montón de calificativos más. He seguido muy de cerca la creación de «Retazos de la nada» y llegado incluso a leer algunos en un certamen de poesía. Todo un lujo!! A Mariajo se la quiere, si o si!! Gracias por existir!!!
Deseando leer el segundo…
Gracias por cruzarte en mi vida.
Precioso
Me gusta la sensibilidad el argumento el por qué si de las cosas
La singularidad del comentario
El ser de la persona tal y como es
Tan sencilla que ella misma despide el glamour literario como así refleja en lo que escribe